Siempre me gustó ir a restaurantes donde pudiera ver al camarero cortando el jamón o cualquier otro embutido. Dice mucho el cuchillo, la mano y el plato. Una loncha de jamón bien servida hace el 40 % del gusto, el resto lo tiene que hacer el producto y otras cositas; pero por mucho que el jamón sea el mejor bellota de nuestras dehesas, si está mal cortado, el mal sabor de boca te lo llevas de una forma u otra. Por eso siempre digo que para comerte la loncha de jamón perfecta aquella ha de tener su parte de carne y su parte de tocino por igual, no te digo ná si el jamón ya aporta esas vetitas blanquitas que una vez depositada la loncha sobre el plato previamente calentado empiezan a dejar un reguero de grasita que hace que una vez colocadas todas en formación, pueda ese camarero inclinar el plato y mostrarte una paleta de color ibérico que no se mueve por mucho que incline. Ahí reside el buen jamón. Ya tenemos un 40 %, buen producto otro 40 %, nos aproximamos a la loncha de jamón perfecta, ¿qué falta para rematar dicho manjar y que va a sabernos a pura gloria? Pues está claro, no hay nada como rematar acompañándolo de una copita de fino y que por supuesto "pague otro". La loncha de jamón perfecta. Gracias.
La loncha de Jamón perfecta
03/23/2021 12:13:17
Categoría 1
Comentarios
0
Deja un comentario Cancel Reply